Los niveles de colesterol total y de triglicéridos son también requeridos para la determinación de los factores de riesgo de las enfermedades coronarias. Estas pruebas junto con el colesterol HDL y colesterol LDL forman el perfil lipídico.
El HDL generalemente se encuentra disminuído en pacientes obesos, sedentarios, fumadores y en aquellos con diabetes mellitus. La uremia está también asociada con niveles bajos de colesterol HDL. El ejercicio, una dieta balanceada y una moderada ingesta de etanol, aumentan el HDL.
El colesterol HDL es utilizado como pronóstico en la protección en las enfermedades coronarias de individuos que viven en ciudades industrializadas, posiblemente por el aumento en la ingesta de grasas.
Aquellos individuos con menor riesgo de enfermedad coronaria poseen un colesterol total bajo, triglicéridos bajos y colesterol HDL alto.
Entre los factores de riesgo que contribuyen a disminuir el colesterol HDL se incluyen factores genéticos como la hipoalfalipoproteinemia, aumento en la presión sistólica de la sangre, cigarrillo, hiperttrofia ventricular izquierda, obesidad, hipertrigliceridemia, falta de ejercicio, esteroides, andrógenos, progestágenos.
La determinación de apolipoproteína A-1 puede eventualmente revelar más que el HDL; el aumento de la apolipoproteína A-1 está asociado con la disminución en el riesgo de aterogénesis. La apolipoproteína A-1 es la mayor proteína del HDL. En la actualidad no se ha esclarecido si la apolipoproteína A-1 es mejor determinación que el HDL, aunque algunos autores consideran mejor el HDL.
La enfermedad de Tangier, es una entidad rara, caracterizada por HDL, colesterol total y LDL disminuídos. Los esteres de colesterol se acumulan en los tejidos. La esclerosis arterial coronaria severa con concentraciones extremadamente bajas de HDL ha sido reportado en sujetos con enfermedad de Tangier.